lunes, 25 de octubre de 2010

1996: Wislawa Szymborska

La ganadora en 1996 del Premio Nobel fue Wislawa Szymborska


Nació el 2 de Julio de 1923 en Polonia. En 1931 se mudó a Cracovia donde se quedo permanentemente. Después de la Segunda Guerra Mundial, estudió filología y sociología en la Universidad Jagellónica, tras lo cual inició su trabajo literario, consagrada esencialmente a la poesía, aunque también a la crítica y el ensayo en diversas publicaciones periódicas. Según confesó, empezó a sentir fascinación por el género poético tras leer las obras de Rainer Maria Rilka.

Su primer poema publicado, en 1945, Busco la palabra, apareció en el Diario Polaco, y es a partir del poemario Por eso vivimos, publicado en 1952 cuando obtuvo reconocimiento público.
Sus primeras obras abarcaban los temas del estremecimiento por los crímenes de la guerra y su identificación por los sufrimientos del pueblo polaco y su esfuerzo por superarlos.

En Polonia inicia un fuerte movimiento de rechazo contra la imposición soviética y el doctrinarismo comunista; debido a esto Wislawa se adentra en una reflexión filosófica y ética, tomando distancia de los debates concretos, y llena de humor sus poemas acerca del espíritu humano individual.
 
Sucesivamente  fueron apareciendo sus obras como: La sal (1962), Cien alegrías (1967), Todo caso (1972), Gran número (1976), Gente en el puente (1986) y Fin y principio (1993). Szymborska tiende a eliminar de su poesía la gravedad retórica, para lo cual utiliza el distanciamiento intelectual y emocional por medio del humorismo presente en casi todos sus libros, junto con el uso frecuente del lenguaje coloquial, la sencillez, los versos breves y la estructura de estrofas clásica.

Otro de los rasgos de su obra es su facultad para desvelar lo insólito a través de los hechos y los fenómenos aparentemente más insignificantes y cotidianos. En realidad, su visión de la sociedad es pesimista y amarga, de modo que los individuos disponen tan sólo de la lucidez y la ironía para afrontar sus dolorosas relaciones con el medio que les determina.

Ha recibió también el Premio Ciudad de Cracovia, la distinción otorgada por el Ministerio de Cultura polaco, el Premio Goethe, el Herder y el Premio Club PEN. La Academia Sueca a dicho que escribe con la gracia y riqueza de un Mozart y la furia creadora de un Beethoven” y en su país está considerada como una de las voces más originales de la poesía contemporánea.

Obra más famosa
El gran número Fin y principio:



Después de cada guerra alguien tiene que limpiar. No se van a ordenar solas las cosas, digo yo. Alguien debe echar los escombros a la cuneta para que puedan pasar los carros llenos de cadáveres. Alguien debe meterse entre el barro, las cenizas, los muelles de los sofás, las astillas de cristal y los trapos sangrientos.Alguien tiene que arrastrar una viga para apuntalar un muro,alguien poner un vidrio en la ventana y la puerta en sus goznes. Eso de fotogénico tiene poco y requiere años.Todas las cámaras se han ido ya a otra guerra. A reconstruir puentes y estaciones de nuevo. Las mangas quedarán hechas jirones de tanto arremangarse. Alguien con la escoba en las manos recordará todavía cómo fue. Alguien escuchará asintiendo con la cabeza en su sitio.Pero a su alrededor empezará a haber algunos a quienes les aburra. Todavía habrá quien a veces  encuentre entre hierbajos argumentos mordidos por la herrumbre, y los lleve al montón de la basura. Aquellos que sabían de qué iba aquí la cosa tendrán que dejar su lugar a los que saben poco. Y menos que poco. E incluso prácticamente nada. En la hierba que cubra causas y consecuencias seguro que habrá alguien tumbado, con una espiga entre los dientes, mirando las nubes. (Poema que aparece en este libro).

Entrevista con Wislawa Szymborska

 




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